2011
Jose García
Rosa Mera
ORDEN POR AUTORES
Para facilitar la búsqueda estamos ordenando los aportes y monografias de Parque Toledo por fechas y por orden alfabetico de autor. Tambien sin necesidad de descargar o visualizar cada aporte o monografia, al acceder al autor aparecera una breve reseña de dicho trabajo.
2013
Rosa Mera
RESUMEN
Una cultura no es algo que pueda explicarse, para conocerla en profundidad hay que
vivirla. Una cultura es un compendio de muchísimos elementos, transmitidos lentamente
a través de un proceso y de un tiempo concreto. El Nuevo Humanismo legado de Silo, es
sin duda el germen de una nueva cultura para el ser humano. Los que llevamos décadas
siguiendo este pensamiento hemos podido apreciar los beneficios de esta mirada sobre la
propia vida y sobre cómo interpretar el mundo en el que nos movemos.
Transmitir a otra persona una cultura que recién está naciendo, que se amplía y
diversifica, que valora el cambio como forma de adaptación, y que trata de impulsar la
coherencia como dirección hacia el sentido de la vida, sólo es posible a través de una
inmersión cultural. Así que los nuevos amigos que se acercan, comienzan a ver los efectos
bondadosos de esta cultura cuando compartimos imágenes comunes, participamos
juntos de ámbitos abiertos, de buen trato y diversos, y sobre todo cuando desarrollamos
una mirada atenta gracias a la cual, el aprender de otros se convierte en lo normal.
Este trabajo, que hoy presentamos, es un camino de apertura y empieza reconociendo los
límites en los que la vida de las personas se desarrolla. Nos vivimos llenos de
requerimientos, por lo que salir de los propios esquemas y poner imágenes compartidas
con otros tiene cierta dificultad.
La pregunta de si quieres vivir y en qué condiciones quieres hacerlo plantea una reflexión
que no sólo afectará a la propia vida sino también a la de quienes nos rodean. Creer en
aspiraciones comunes, perder el miedo a comprometerse con otros, sortear las
contradicciones entre lo que se piensa, se siente y se hace… exigirá al menos, una revisión
de cómo son las relaciones que establecemos con otras personas.
Y es que para profundizar en la relación con otros se necesita desarrollar la fe en uno
mismo. Es preciso captar cómo la conciencia lleva una dirección, y que por muy buena
persona que uno se considere, los intereses y tras ellos las tensiones, dictan al pie de la
letra muchos de los pensamientos que tenemos.
Así topamos con los límites que no sólo nos disponemos a mirar, sino tal vez a
sobrepasar, recorriendo un camino, que de ir en la dirección del sentido de la vida tendrá
su correlato en un registro claro de crecimiento interno.
Ir más allá de un límite, superar el vértigo del abismo que tras él se intuye, exige dejar a
un lado las viejas concepciones de pasividad en la conciencia. Con ello la mirada se aclara
y es posible apreciar cómo los estímulos llegados del mundo pueden ser transformados
en nuestro interior para luego devolverlos con una clara intención.
En este trabajo describimos muchos de los límites que afectan al espacio de
representación. Desde bien jóvenes contamos con un paisaje de formación, que se
traduce en sensibilidad y que aposentándose sobre un sistema de tensiones delimita
nuestra espacialidad interna y con ello la libertad de idear.
Desde este enfoque de los límites, planeamos sobre el espacio, alrededor del tiempo y
tratamos de entender la importante estructura que entre ambos se da. Los límites
ocultan tras de sí creencias, pilares de nuestra identidad y conductas arraigadas en la
propia sensibilidad. Una escurridiza pista en tono afectivo que nos conduce hasta aquel
paisaje en el que nos formamos, cuya forma quedó impresa en un tempo que ya se fue,
cada vez a mayor distancia del tempo actual y de un número de relaciones pequeño que
hoy es preciso ampliar.
Se resalta como aporte que el Humanismo suma, la ubicación del “yo” en los trabajos de
desarrollo personal. Es un cambio de óptica relevante en el que se considera el trato
amable con uno mismo como esencial, sin perder de vista la dirección transformadora
sobre la que se pretende avanzar. Para este propósito, una mirada de proceso, alargada
en el tiempo, puede suavizar la inestabilidad que para la conciencia supone el
descubrimiento de contenidos, errores de conducta o tendencias inadecuadas que el yo
en defensa de los propios intereses tiende a desplegar.
Las formas geométricas son rescatadas como ejemplos de trabajo con la religiosidad en
distintas culturas. Se destaca su efecto moldeador en el equilibrio de tensiones profundas
o en el abandono de otras más periféricas. Trabajando la cenestesia, se aprecia la
distensión por capas y con ello se posibilita la ampliación y equilibrio del espacio interno.
Para finalizar, la salida al mundo y la comprensión de cómo se expresan en el ser humano
tanto los sistemas de tensiones originados por su estilo de vida, como los modelos
guardados en su interior…
Escucha…, ya salen de su letargo aquellos modelos profundos, consecuencia de nuestras
búsquedas y pedidos, de un continuado afán por preguntar o por encontrar respuestas o
por querer saber más, cuando lo Sagrado ya está en nosotros. Estos seres se dibujan en
las montañas y soplan leves al soñar, susurran imágenes acogedoras, esperan la
oportunidad para ser, para moldear el nuevo paisaje humano que surge al recordar
quiénes somos y hacia dónde vamos. La muerte se pierde en el eco del sinsentido. ¡Salta
el abismo y desvanece el temor!, las creencias que ya no somos, las memorias de lo que
pasó, tras el vacío... Luminosa y distendida se abre la imaginación.